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Thursday, June 17, 2010

Galería de fotos: La noche de Eva.


Foto: Bernardo Dieguez. Yvonne López Arenal y Miriam Bermúdez.


LA NOCHE DE EVA de Yvonne López Arenal.

Se estrenó el 27 de mayo de 2010, la obra se presentó hasta el 12 de Junio.

Funciones.

Jueves 27,
Viernes 28,
Sábado 29 de mayo.

Jueves 3,
Viernes 4,
Sábado 5 de Junio

Jueves 10,
Viernes 11,
Sábado 12 de Junio

Hora: 8.30 pm.

Teatro en Miami Studio.
2500 SW 8 ST.

Entrada general: $ 20.00. En grupos:$ 15.00




Fotos slide show: Ángela García y murales slide show: Mario García Joya (Mayito). Yvonne López Arenal y Miriam Bermúdez.

Foto: Bernardo Dieguez.


La noche de Eva
, recrea el encuentro imaginario entre dos mujeres y sus personajes íntimos o distantes, amigos o enemigos. Diferentes y parecidas, Simone y Eva se encuentran una «noche» que se vuelve de Eva, como la del pasaje bíblico.
'"Rosa Ileana Boudet".


En última instancia La noche de Eva es un juego de simulaciones, es una abstracción de un encuentro imaginario, un breve instante que pudo ser y no fue.

Comentario en Arte expresión sobre La noche de Eva.



Foto: Bernardo Dieguez.


La noche de Eva.

Dirección: Yvonne López Arenal.

Elenco: Miriam Bermúdez, en el rol de Simone e Yvonne López Arenal, en el rol de Eva.

Diseño de escenografía: Eduardo Arrocha; diseño de luces y fotos: Mario García Joya; director artistico de TEMS: Ernesto García. luces, sonido y proyección: Carlos Bueno, asesor de vestuario: Julio Villegas, notas al programa: Rosa Ileana Boudet, diseño del programa: Sandra Rincón, asistente de dirección y producción: Carlos Rodríguez, asistentes de producción: Carlos Pittella y Amado Cuba, Jefes de escena: Leandro Peraza, Anniamary Martínez y Alain Casalla, Producción general: Akuara Teatro y Teatro en Miami Studio.



La Noche de Eva tuvo su estrenó en New York en Junio de 2009 en "Roy Arias Studios & Theatres at The Times Square Arts Center", Festival de Teatro en Un Acto.

HOLA 2009. "Oustanding Achievement Visiting Production" otorgado por la "Hispanic Organization of Latin Actors" de New York.



Fragmentos de críticas en NY:

"Ambas realizan y reafirman con verdaderos ejercicios de actuación, la magistral categoría que hay en ambas. Yvonne López Arenal y Miriam Bermúdez, tienen a su cargo papeles de entrega total. "
Manolo García Oliva. NY

"Con actuaciones que vale la pena destacar, la fuerza de dos personajes que se encuentran en el más allá para lo que parece un ajuste de cuentas y teniendo como telón de fondo un montaje que hace justicia sin alardes a la historia que se cuenta, La Noche de Eva logró salir por la puerta grande..."
Francis Rodríguez. NY

"Dos verdaderos "tour de force", que en momentos nos recordó las puestas de un buen teatro griego salpicado con toques del romanticísmo clásico del siglo XIX, algo así a lo Raquel Revuelta en el primer cuento de "Lucía".
Carlos Navedo. NY

Wednesday, June 16, 2010

Notas al programa de Rosa Ileana Boudet. La noche de Eva.


Mural de La noche de Eva realizado por Mario García Joya (Mayito).


La noche de Eva, de Yvonne López Arenal, recrea el encuentro imaginario entre dos mujeres y sus personajes íntimos o distantes, amigos o enemigos. Diferentes y parecidas, Simone y Eva se encuentran una «noche» que se vuelve de Eva, como la del pasaje bíblico. Jean–Paul Sartre y Simone de Beauvoir visitan La Habana en dos ocasiones. La primera, del 20 de febrero al 15 de marzo de 1960 y a su regreso de Brasil, del 21 al 28 de octubre del mismo año. Durante su primera estancia, muy documentada, se entrevistan con el Che, Fidel Castro es su anfitrión en la Ciénaga de Zapata, conocen a jóvenes intelectuales –Jaime Sarusky, que les sirve de traductor, Humberto Arenal que los entrevista o Korda que los fotografía– se encuentran con Tennessee Williams y asisten al estreno de La ramera respetuosa, que inaugura la sala Covarrubias del Teatro Nacional. Luego Virgilio Piñera publica su “Diálogo imaginario con Sartre” en Lunes de Revolución, días después del regreso de la pareja a Francia. ¿Quiere adherirse de manera irónica a la repercusión de la visita? Lo más sonado de su “diálogo” es que desacredita Los siervos, su pieza publicada en la revista Ciclón (1955), que los jóvenes desempolvan y leen en la actualidad, pero que a tenor con sus deseos, no aparece en su Teatro completo. Eva Fréjaville llega de Francia en 1939 y al año se casa con Alejo Carpentier, a quien había conocido en París en el ambiente de los surrealistas. Pero se “descasa” en un mes, según cuenta a Enrico Mario Santí que la entrevista, porque se enamora del pintor Carlos Enríquez, que la retrata desnuda y vestida a lo largo de su atormentada relación. El más conocido, pintado en la puerta del baño de la casa–estudio del pintor, El Hurón Azul, en Arroyo Apolo– ha creado el mito de Eva como objeto erótico. Pero la Fréjaville es una estudiosa que publica en 1942, en Ediciones la Verónica, de Manuel Altolaguirre, Marcel Proust desde el trópico y en 1948 escribe Damiano y sus espejos (no localizada), que según Natividad González Freire era “una comedia en tres actos sobre un caso clínico de perturbaciones mentales, eminentemente verbalista y decididamente influida por los personajes desplazados de Cocteau”. Alrededor de esa fecha empieza a colaborar con la revista Prometeo –que dirige Francisco Morín–con artículos y estudios muy rigurosos sobre autores franceses, al tiempo que traduce textos, entre ellos, de su padre, el crítico Gustavo Fréjaville. Sus colaboraciones se mantienen hasta que cesa la revista en 1953. En los cincuenta se habla de sus «tertulias» en su casa del Vedado, casada con el médico Enrique Collado. Carlos Espinosa Domínguez ha recogido el testimonio de Antón Arrufat.


En ese período frecuentábamos las tertulias habaneras, otra manifestación de la vida cultural de la ciudad. Recuerdo que con frecuencia Piñera asistía a la de Eva Fréjaville, que recibía en su casa del Vedado. Mujer culta, un poco cursi, de risa estentórea, en otra época fue mujer del pintor y novelista Carlos Enríquez. Algunos otros escritores íbamos también a la casa de «madame Evá», como burlonamente la llamaba Virgilio. Había que oírlo cuando salía de aquellas tertulias, a las que en el fondo despreciaba. Mas en él siempre hubo esa especie de dicotomía: despreciar algo y, a la vez, sentirse atraído por ese algo. Sin duda aquellas visitas y relaciones constituían para él un alimento contradictorio, una experiencia de la que no quería privarse.


Julio Rodríguez Luis ha recordado por el contrario a Virgilio satisfecho y divertido declamando en francés los versos de Fedra. Si Mario Santí describe a Eva con ochenta años, como a character, lo que cubanamente se conoce como un personaje, que lo recibe muy pintada, lúcida y vivaz, hay que imaginarla en los años cuarenta en su radiante belleza y madurez. Cuando Sartre y Simone visitan Cuba, Eva todavía está en La Habana, pero es posible no haya estado al tanto, ya que se separa de Collado, hace sus maletas y viaja a Francia y luego a los Estados Unidos donde se establece. En 1992 enseña en Riverside, California, donde muere en 1998. A muchos por desgracia nunca les interesó la escritora y estudiosa, sino la musa, el mito y la chismografía. Simone, en cambio, brilló siempre con luz propia y sus libros y escritos, sobre todo El segundo sexo, han influido poderosamente en el movimiento feminista. Ella recordará La Habana y la revolución como fiesta, alegría y gozo. En 1961, cuando los intelectuales se reúnen en la Biblioteca Nacional y Virgilio se dirige a los asistentes, ya Eva no está en Cuba y Simone y Sartre se han olvidado de la isla. Se acabó la fiesta. Con este material de fondo – muchas veces no incluido ex–profeso en el texto– López Arenal las reúne y hace vivir como caras de una misma, distinta, única y prodigiosa Eva.


Rosa Ileana Boudet


El “Diálogo imaginario con Sartre” de Virgilio Piñera aparece en Lunes de Revolución, 21 de marzo (1960): 38-4. La mención a la obra teatral de Eva Fréjaville, en Teatro cubano contemporáneo (1927-1961). La Habana: Ministerio de Relaciones Exteriores, 1961, de Natividad González Freire. Hablan de las tertulias en casa de Eva: Julio Rodríguez Luis. “Recuerdo de Virgilio”. Revista Hispano cubana 18, 2004 y Carlos Espinosa Domínguez en Virgilio Piñera en persona. Miami: Cincinnatti: Término Editorial, 2003. Y la entrevista que la hace por fortuna recircular entre nosotros es de Enrico Mario Santí “ Memoria de la mitomanía” en Linden Lane Magazine, V. XXIX (2005): 14–16.


Rosa Ileana Boudet. Escritora e investigadora teatral. Sus libros están a la venta en Scribd y en la editorial de Gestos, Irvine, California. Más detalles en su blog "Lanzar la flecha bien lejos"

http://rosaile.blogspot.com

Los murales de La noche de Eva.


Mural del final de la obra realizado por Mario García Joya.


Mural del principio de la obra realizado por Mario García Joya.


Mario García Joya (Mayito).
Con una extensa y reconocida obra cinematográfica, García Joya es considerado uno de los más importantes directores de fotografía latinoamericanos. Gran parte de su obra la realizó al lado del extraordinario director Tomás Gutiérrez Alea con él que filmó películas tan reconocidas como: La última Cena, Cartas del Parque, y Fresa y Chocolate nominada al "Oscar" como mejor película extranjera. Ha trabajado con otros importantes directores de cine, entre ellos: Jorge Ali Triana, Lisandro Duque, Alberto Duran, Eli Friedman, Herb Freed, Arturo Barquet y Toni Plana, entre otros. García Joya poseé también una valiosa obra fotográfica, expuesta en importantes galerías y museos del mundo: George Pompidu de Francia, participó en la 41 Bienal de Venecia en Italia en 1985, The Regent Street Gallery en Londres, Museo de Bellas Artes en La Habana Cuba, por sólo mencionar algunos. Ha obtenido numerosos Premios y reconocimientos: Premio Coral en el festival de cine de La Habana por Tiempo de Morir, Premio a la mejor cinematografía en el festival de Bogota por Alias la Gringa y Premio a la mejor factura en Londres por La última Cena, entre muchos otros reconocimientos. En el año 2002 García Joya recibió la prestigiosa beca John Simmon Guggenheim.

La noche de Eva. DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA y VESTUARIO.


Foto del diseño de escenografía de Eduardo Arrocha de La noche de Eva con el mural del comienzo de la obra realizado por Mario García Joya.


Eduardo Arrocha. Es uno de los diseñadores más destacados y reconocidos del teatro cubano. Su obra es la más extensa dentro del diseño escénico cubano. Sin temor a incurrir en una exageración, sus más de cuatrocientas títulos diseñados lo convierten en un exponente fundamental de la imagen del teatro. Recientemente realizó el excelente diseño escenográfico de Talco de Abel González Melo estrenada en Miami.



Simone y Eva diseño de vestuario de Julio Villegas.



El diseño de vestuario fue realizado por el destacado teatrista residente en Los Ángeles Julio Villegas. Villegas es además un director y actor de larga y reconocida trayectoria.

Tuesday, June 15, 2010

Eva y Simone. La noche boca arriba


FOTO: Ángela García. Miriam Bermúdez e Yvonne López Arenal.


Eva y Simone. La noche boca arriba

Por Luis de la Paz 
Diario Las Américas


No hay mejor lugar para un magnífico encuentro que “el otro lado”. Allí todo es posible y alcanzable. El inquietante espacio es el ideal para desempolvar el pasado y mirar con pasión y desenfado, para criticar sin temor y reflexionar con ecuanimidad sobre cualquier tema. En ese “más allá” convergen Eva Fréjaville y Simone de Beauvoir gracias a las gestiones de la dramaturga y actriz Yvonne López Arenal, que ha puesto su imaginación para, como una suerte de médium, servir de enlace entre las dos mujeres del siglo XX, que llegaron a Cuba acompañadas de conocidos intelectuales. Eva, en 1939 junto a Alejo Carpentier y Simone, obnubilada por la revolución castrista, de la mano del filósofo Jean Paul Sartre, en 1960. 



Como López Arenal estructura su pieza sobre la base de una serie de eventos históricos, el margen de maniobra le es muy favorable, lo que le permite recrear (crea) un juego de palabras y situaciones entre las dos mujeres y el panorama intelectual y político que les rodeó durante sus vidas. 



A manera de resumen (histórico), la Eva, sensual y provocadora, abandona al afrancesado Carpentier para coquetear con el pintor Carlos Enríquez, quien en su estudio, El Hurón Azul, la pinta desnuda, incluso en la puerta del baño de la casa. Así que la Fréjaville, sucumbe ante el trópico y sus gentes. Por su parte, Simone, no menos libertina que su compatriota, no deja a Sartre en La Habana por otro hombre, pero sí queda atrapada por el seductor macho caribeño, que representa Fidel Castro, y en gran medida también el Che. ¿Entonces, qué une a estas dos mujeres, qué motiva a López Arenal a convocarlas? Pues pienso que Cuba y un pase de cuentas con la historia.



En medio de estos hombres y mujeres, un ser singular, Virgilio Piñera, como eje imaginario, tan imaginario como su Diálogo imaginario con Sartre, publicado en el semanario Lunes de Revolución, tras la visita del matrimonio francés y que es el motor que impulsa a López Arenal a hurgar en las vivencias de Eva y Simone. Lo que se dicen estas dos mujeres, lo que se reclaman, es todo un rejuego femenino, con trazos políticos e históricos que teatralmente funciona muy armónicamente, aunque demanda de un público más que atento. Es ventajoso ser cubano y definitivamente culto; de lo contrario, muchas sutilezas pueden escaparse. Por suerte el programa de mano acoge un concienzudo texto de Rosa Ileana Boudet, con la suficiente información para que el espectador no se pierda y pueda entender los intersticios de la trama.



La puesta de Akuara Teatro y Teatro en Miami Studio, es acogedora, predominando una atmósfera de sutil misterio, donde reina el negro, hasta en el vestuario, sólo los zapatos rojos refrescan el sobrecogedor ambiente. Las actrices, Yvonne López Arenal como Eva y Miriam Bermúdez como Simone, se desplazan con sensualidad por los tres niveles del escenario, diseñado por Eduardo Arocha, en el que los espejos, símbolos de vida y muerte, de reflejos y miradas encontradas, es uno de los aciertos de la propuesta. 



La proyección en una pantalla de los personajes que habitan en la obra también es otro acierto. Aunque requiere que el espectador los identifique, sirve al menos de guía del mundo que reflejará la puesta. Entre copas, desplazamientos por un escenario medio en penumbras, van apareciendo los fantasmas de las mujeres, que se enfrentan a sí mismas. En cierto momento uno de los personajes expresa: “Estamos aquí por Jean Paul y Virgilio”.



La noche de Eva es un fascinante tour de force entre estas dos espléndidas actrices. Un tenso discurso por las inquietantes aguas de la memoria. Una batalla, perdida de antemano, que transcurre entre los entretelones de la muerte, donde la noche se articula en espasmos violentos, hasta quedar como en el cuento de Julio Cortázar, exhausta, boca arriba. Sin duda una obra inquietante, como el mundo oscuro al que nos traslada.

Punto de vista La noche de Eva: entre la frivolidad y el existencialismo


Foto: Ángela García: Yvonne López Arenal y Miriam Bermúdez.

Punto de vista La noche de Eva: entre la frivolidad y el existencialismo

By ANTONIO O. RODRIGUEZ
Especial/El Nuevo herald

Quienes visitaron semanas atrás la muestra Carlos Enríquez: The Painter of Cuban Ballads en la galería Cernuda, probablemente hayan quedado seducidos por los retratos que el artista cubano hizo en los años 1940 a su esposa y musa Eva Fréjaville. Cuánto hubo de idealización en la forma en que Enríquez plasmó a la joven francesa es algo difícil de saber, pero lo cierto es que los cuadros la presentan como un epítome de la belleza y la sensualidad femeninas. Atraída por la leyenda de esa mujer, la actriz, dramaturga y directora Yvonne López Arenal la recrea como personaje en La noche de Eva.

La obra nos convierte en testigos de un hipotético y caprichoso encuentro entre los espíritus de Eva Fréjaville y de Simone de Beauvoir, figura clave de la filosofía existencialista y del feminismo. Una primera imagen las revela reconociendo el espacio escénico y redescubriendo sus cuerpos en los espejos. Ninguna de ellas ha elegido esa cita y no saben con certeza para qué están allí.

¿Qué tienen en común? Su condición de mujeres, su nacionalidad, ser contemporáneas y sus vínculos con la cultura. Sin embargo, hay otro nexo que las une: las relaciones que sostuvieron con los protagonistas del ``diálogo imaginario'' publicado, en marzo de 1960, en el semanario Lunes de Revolución; un texto en el que el cubano Virgilio Piñera recreó su supuesta conversación con el francés Jean Paul Sartre, el ``adelantado'' de una izquierda europea deseosa de que la Revolución cubana anunciara su carácter socialista. Un documento revelador, que admite lecturas entrelíneas, donde el siempre irónico Piñera no puede evitar burlarse sutilmente del reverenciado filósofo y ``desacralizarlo'', y en el que también --como un mea culpa ideológico-- renuncia a su obra Los siervos, inadecuada en el nuevo contexto social de la isla.

El carácter no realista de la premisa permite a López Arenal asumir la composición de La noche de Eva con libertad imaginativa y pinceladas humorísticas (el absurdo chotís), pero por momentos el texto se ve lastrado por las abundantes referencias históricas y culturales insertadas a manera de pistas para orientar al espectador. El carácter informativo de esos parlamentos conspira contra una aproximación más sustanciosa a Eva, Simone y sus circunstancias, y resta fuerza al contrapunteo generado por sus actitudes y sus maneras antagónicas de entender la vida.

Las notas de Rosa Ileana Boudet en el programa de mano favorecen una recepción, si no completa, al menos suficiente, de algunos de los personajes y hechos a que se alude en la pieza. Aun así, el énfasis en detalles muy específicos (por ejemplo, la comparación entre los comportamientos de Piñera y de Nikita, personaje de Los siervos, una de sus creaciones menos difundidas) presupone conocimientos de difícil posesión para el espectador promedio. A la construcción dramática hay que objetarle, además, un vacilante desarrollo que desemboca en un final de dudosa efectividad.

El montaje de López Arenal tiene indudables aciertos visuales. Mario García Joya concibió un elegante diseño de luces y sombras, operado con precisión, y la escenografía de Eduardo Arrocha amplía creativamente el escenario de Teatro en Miami Studio con diferentes niveles y espejos que participan, con silenciosa complicidad, en el juego de revelar las aristas de los personajes. El vestuario en negro de Julio Villegas subraya tanto la sensualidad de Eva como el desdén de Simone por la coquetería femenina, y propone expresivos chales blancos y zapatos rojos como elementos confluyentes.

En la función del viernes 12 de junio, el desempeño de las actrices fue correcto y equilibrado: Yvonne López Arenal dibujó con organicidad la naturaleza hedonista, la frivolidad y la perspicacia de la Fréjaville, mientras Miriam Bermúdez entregó, como contrapartida, una cerebral y contenida Beauvoir, de proyección vocal quizás un tanto apagada en algunos pasajes.

Más allá de los señalamientos a la dramaturgia y de algunas soluciones reiterativas o naïves (los espectros ``alimentándose'' del público) del montaje, en este primer espectáculo de Akuara Teatro hay que celebrar su voluntad estética, la cuidada factura técnica y, sobre todo, la intención de aportar a la cartelera una propuesta que apele al intelecto y no a la trivialidad. En los tiempos que corren, no es poca cosa. •