Fotos: Luis Suárez.
Querida Yvonne, hoy 31 de diciembre es día de resúmenes. Quiero decirte que me siento muy orgulloso del trabajo que hicimos este año y sobretodo el haber contribuido a tus magníficas creaciones de Lala Fundora y muy especialmente, Mar.
No creo en esas listas de lo mejor del año hechas por cualquier aprovechado, tengo mi propia lista y creo que el trabajo de Mar, no es sólo el mejor del año, sino uno que Miami no había visto. Un trabajo lleno de entrega y de amor, resuelto no solo con talento sino con técnica y profesión. ¡Felicidades! Gracias por dejarme ser parte de ello. Lo mejor para el año que viene, mi cariño, respeto y admiración. ¡Nos vemos en FIU!
Un beso
Alberto Sarraín
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Comentario hecho en FB por el escritor Sergio Andricaín
Anoche volví a la sala de Akuara Teatro, en Miami, para ver de nuevo la puesta en escena de Alberto Sarraín de "Fango" ("Mud"), la tragedia de la autora cubana María Inés Fornés. Al salir me preguntaba por qué quise regresar al teatro para repetir esta cruda experiencia estética. Creo que la respuesta está precisamente en el tema de la obra: la humanidad que subyace aún en los personajes más elementales; en los destellos del amor más primitivo que permite a los seres humanos unirse para sobrevivir en un medio hostil, adverso, aplastante; en la férrea voluntad que ha distinguido al hombre a lo largo de siglos, y lo ha transformado en lo que es; en esa facultad que lo ha hecho trascender una existencia elemental para alcanzar una dimensión que justifique su presencia en el universo. Y precisamente todo esto que nos define como seres humanos, que se mantiene encendido como un rescoldo en las criaturas concebidas por Fornés (Mar, Lino y Hernán), ha sido sensiblemente resaltado en la puesta del director Alberto Sarraín. Desde que entramos al espacio teatral, vemos el escenario cubierto de tendederas llenas de ropas, inundado por objetos sucios y desechables, compartiendo la triste condición de los personajes que se moverán por él. Una vez instalados en nuestras sillas comenzamos a intuir el drama que se representará ante nosotros, lo que se transforma en cruda certeza luego de la entrada de Mar. El trabajo de los tres actores ha crecido desde el estreno hasta función de ayer. Ivonne López Arenal entrega una de sus más logradas actuaciones como Mar: una mujer fuerte y a la vez vulnerable, en lucha constante por alcanzar su dignidad humana, de crecer como persona, pero siempre atada a su entorno brutal y rudimentario. Como Lino, Andy Barbosa ha madurado la interpretación de su complejo personaje, que se mueve entre el retraso mental y una chispa de inteligencia. Cada vez más metido en la piel de la criatura a la que insufla aliento, el joven actor nos conmueve y, a veces, hasta nos hace sonreír. Joelvis Batista, quien da vida a Hernán, asume, con su imponente presencia física, la tarea de dar aliento vital a Hernán, que llega como un rayo de luz a la vida de Mar y Lino, como una chispa luminosa que terminará apagándose en el cieno, junto a ellos. "Fango" no es una obra divertida ni amena. Nos impone la obligación de reflexionar sobre quiénes somos y sobre quiénes son los millones de individuos que comparten con nosotros (el público), en todo el planeta y en muy diversas situaciones, la misma condición humana. Sarraín con su inteligente y fuerte puesta en escena subraya las intenciones de Fornés y nos entrega una de las mejores propuestas teatrales de este año (y también uno de los mejores trabajos suyos que he visto), para nada condescendiente con los que estamos viendo la obra. Y me parece bien que así sea, el teatro, como el arte en general, debe hacernos pensar en nosotros y en los otros. Una tarea que con mucha frecuencia olvidan los artistas y, por supuesto, mucha de la gente que hace teatro.
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Comentario hecho en FB de Teresa María Fango
Ivonne, Andy, Yoelvis: No es frecuente que uno vaya al teatro y que durante la función, uno se olvide del nombre de sus colegas. Sin embargo, anoche, durante la representación de Fango, de María Irene Fornés, en Akuara, frente a los descarnados personajes que ustedes interpretan con tanta veracidad, sólo vi a Mar, a Lino, y a Hernán. Me dije “de esto se trata el teatro, de mostrar siempre algo vivo, el acontecimiento humano, su imperfección, su esencia.” Pero, eso mismo ya lo han dicho, de las formas más variadas,, los grandes maestros de la escena, así es que yo sólo he querido contarles, en un parrafito, sobre esa intimidad que sentí anoche. Conmovedor trabajo, todo allí era vida, tanto que no era yo un espectador, si no un testigo. Gracias, Alberto Sarrain.
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Comentario hecho en FB por Antonio Orlando Rodríguez
Querido Alberto: No puedo decir que me gustó mucho la obra, porque no es una obra que se ponga en escena para que guste a los espectadores, sino para que los conmueva y los estremezca. Ambas cosas las lograste conmigo y creo que con buena parte del público. Te felicito y, de manera especial, por el trabajo con los actores.
Reservaciones: 786 8531283 / email: akuarateatro1@gmail.com
Comentario hecho en FB por el escritor Sergio Andricaín
Anoche volví a la sala de Akuara Teatro, en Miami, para ver de nuevo la puesta en escena de Alberto Sarraín de "Fango" ("Mud"), la tragedia de la autora cubana María Inés Fornés. Al salir me preguntaba por qué quise regresar al teatro para repetir esta cruda experiencia estética. Creo que la respuesta está precisamente en el tema de la obra: la humanidad que subyace aún en los personajes más elementales; en los destellos del amor más primitivo que permite a los seres humanos unirse para sobrevivir en un medio hostil, adverso, aplastante; en la férrea voluntad que ha distinguido al hombre a lo largo de siglos, y lo ha transformado en lo que es; en esa facultad que lo ha hecho trascender una existencia elemental para alcanzar una dimensión que justifique su presencia en el universo. Y precisamente todo esto que nos define como seres humanos, que se mantiene encendido como un rescoldo en las criaturas concebidas por Fornés (Mar, Lino y Hernán), ha sido sensiblemente resaltado en la puesta del director Alberto Sarraín. Desde que entramos al espacio teatral, vemos el escenario cubierto de tendederas llenas de ropas, inundado por objetos sucios y desechables, compartiendo la triste condición de los personajes que se moverán por él. Una vez instalados en nuestras sillas comenzamos a intuir el drama que se representará ante nosotros, lo que se transforma en cruda certeza luego de la entrada de Mar. El trabajo de los tres actores ha crecido desde el estreno hasta función de ayer. Ivonne López Arenal entrega una de sus más logradas actuaciones como Mar: una mujer fuerte y a la vez vulnerable, en lucha constante por alcanzar su dignidad humana, de crecer como persona, pero siempre atada a su entorno brutal y rudimentario. Como Lino, Andy Barbosa ha madurado la interpretación de su complejo personaje, que se mueve entre el retraso mental y una chispa de inteligencia. Cada vez más metido en la piel de la criatura a la que insufla aliento, el joven actor nos conmueve y, a veces, hasta nos hace sonreír. Joelvis Batista, quien da vida a Hernán, asume, con su imponente presencia física, la tarea de dar aliento vital a Hernán, que llega como un rayo de luz a la vida de Mar y Lino, como una chispa luminosa que terminará apagándose en el cieno, junto a ellos. "Fango" no es una obra divertida ni amena. Nos impone la obligación de reflexionar sobre quiénes somos y sobre quiénes son los millones de individuos que comparten con nosotros (el público), en todo el planeta y en muy diversas situaciones, la misma condición humana. Sarraín con su inteligente y fuerte puesta en escena subraya las intenciones de Fornés y nos entrega una de las mejores propuestas teatrales de este año (y también uno de los mejores trabajos suyos que he visto), para nada condescendiente con los que estamos viendo la obra. Y me parece bien que así sea, el teatro, como el arte en general, debe hacernos pensar en nosotros y en los otros. Una tarea que con mucha frecuencia olvidan los artistas y, por supuesto, mucha de la gente que hace teatro.
Anoche volví a la sala de Akuara Teatro, en Miami, para ver de nuevo la puesta en escena de Alberto Sarraín de "Fango" ("Mud"), la tragedia de la autora cubana María Inés Fornés. Al salir me preguntaba por qué quise regresar al teatro para repetir esta cruda experiencia estética. Creo que la respuesta está precisamente en el tema de la obra: la humanidad que subyace aún en los personajes más elementales; en los destellos del amor más primitivo que permite a los seres humanos unirse para sobrevivir en un medio hostil, adverso, aplastante; en la férrea voluntad que ha distinguido al hombre a lo largo de siglos, y lo ha transformado en lo que es; en esa facultad que lo ha hecho trascender una existencia elemental para alcanzar una dimensión que justifique su presencia en el universo. Y precisamente todo esto que nos define como seres humanos, que se mantiene encendido como un rescoldo en las criaturas concebidas por Fornés (Mar, Lino y Hernán), ha sido sensiblemente resaltado en la puesta del director Alberto Sarraín. Desde que entramos al espacio teatral, vemos el escenario cubierto de tendederas llenas de ropas, inundado por objetos sucios y desechables, compartiendo la triste condición de los personajes que se moverán por él. Una vez instalados en nuestras sillas comenzamos a intuir el drama que se representará ante nosotros, lo que se transforma en cruda certeza luego de la entrada de Mar. El trabajo de los tres actores ha crecido desde el estreno hasta función de ayer. Ivonne López Arenal entrega una de sus más logradas actuaciones como Mar: una mujer fuerte y a la vez vulnerable, en lucha constante por alcanzar su dignidad humana, de crecer como persona, pero siempre atada a su entorno brutal y rudimentario. Como Lino, Andy Barbosa ha madurado la interpretación de su complejo personaje, que se mueve entre el retraso mental y una chispa de inteligencia. Cada vez más metido en la piel de la criatura a la que insufla aliento, el joven actor nos conmueve y, a veces, hasta nos hace sonreír. Joelvis Batista, quien da vida a Hernán, asume, con su imponente presencia física, la tarea de dar aliento vital a Hernán, que llega como un rayo de luz a la vida de Mar y Lino, como una chispa luminosa que terminará apagándose en el cieno, junto a ellos. "Fango" no es una obra divertida ni amena. Nos impone la obligación de reflexionar sobre quiénes somos y sobre quiénes son los millones de individuos que comparten con nosotros (el público), en todo el planeta y en muy diversas situaciones, la misma condición humana. Sarraín con su inteligente y fuerte puesta en escena subraya las intenciones de Fornés y nos entrega una de las mejores propuestas teatrales de este año (y también uno de los mejores trabajos suyos que he visto), para nada condescendiente con los que estamos viendo la obra. Y me parece bien que así sea, el teatro, como el arte en general, debe hacernos pensar en nosotros y en los otros. Una tarea que con mucha frecuencia olvidan los artistas y, por supuesto, mucha de la gente que hace teatro.
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Comentario hecho en FB de Teresa María Fango
Ivonne, Andy, Yoelvis:
No es frecuente que uno vaya al teatro y que durante la función, uno se olvide del nombre de sus colegas. Sin embargo, anoche, durante la representación de Fango, de María Irene Fornés, en Akuara, frente a los descarnados personajes que ustedes interpretan con tanta veracidad, sólo vi a Mar, a Lino, y a Hernán. Me dije “de esto se trata el teatro, de mostrar siempre algo vivo, el acontecimiento humano, su imperfección, su esencia.” Pero, eso mismo ya lo han dicho, de las formas más variadas,, los grandes maestros de la escena, así es que yo sólo he querido contarles, en un parrafito, sobre esa intimidad que sentí anoche.
Conmovedor trabajo, todo allí era vida, tanto que no era yo un espectador, si no un testigo. Gracias, Alberto Sarrain.
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Comentario hecho en FB por Antonio Orlando Rodríguez
Querido Alberto:
No puedo decir que me gustó mucho la obra, porque no es una obra que se ponga en escena para que guste a los espectadores, sino para que los conmueva y los estremezca. Ambas cosas las lograste conmigo y creo que con buena parte del público. Te felicito y, de manera especial, por el trabajo con los actores.
Reservaciones: 786 8531283 / email: akuarateatro1@gmail.com
Reservaciones: 786 8531283 / email: akuarateatro1@gmail.com