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Friday, August 12, 2011

El BANQUETE infinito



Foto: Iván Cañas.

Por Luis de la Paz.

Como se sabe, la farsa, es un género teatral donde la realidad es presentada de manera hiperbólica, despertando la risa del público, pero casi siempre aportando una dosis de denuncia social. En El banquete infinito, farsa vertiginosa en una jornada con prólogo y epílogo, del escritor cubano Alberto Pedro Torriente (1954-2005), bajo la dirección de Miriam Lezcano Brito (su viuda), quien también tuvo a su cargo la dramaturgia, se recrea un momento violento, en un país indeterminado (pero no muy difícil de reconocer), donde un golpe de estado saca del poder a un tirano despiadado y violento, y es sustituido por un pacifista, opuesto a cualquier método represivo, pero que también encuentra la resistencia popular, en esta obra representada por las voces de una conga que desde la calle canta “quítate de la acera,/ mira que te tumbo,/que traigo un apetito/ que acabo con el mundo”. Al final, es también derrocado.

Lezcano ha conseguido una puesta dinámica, respaldada por un elenco de primera, encabezado por Carlos Alberto Pérez e Yvonne López Arenal, quienes junto a Micheline Calvert, Leandro Peraza Viso, Tomás Doval y Alain Casalla, conforman un conjunto armónico, que la hacen entretenida.

Alberto Pedro, que vivió y falleció en la isla, escribió esta obra en Cuba, donde también ha sido publicada. Según me expresó Miriam Lezcano, no llegó a escena porque le dijeron que “no era el momento oportuno”. Hoy, con el autor desafortunadamente ausente y la directora Lezcano, fundadora del grupo Teatro Mío e integrante del Teatro Político Bertolt Brecht, ya en Miami, tiene la posibilidad, sin censuras, de llevarla a escena, en la nueva sala Akuara Teatro.

La puesta es visualmente agradable, pero punzante. El humor estuvo casi ausente en la noche del estreno, pienso, porque la realidad alrededor del espectáculo es demasiado dolorosa. Ha sido medio siglo de silencio cómplice, demasiados “perritos falderos que medran a la sombra de los crímenes”, como escribiera alguien en un blog, lo que hace que el sainete no cumpla del todo su cometido.

A pesar de estas realidades propias de nuestra condición de exiliados y víctimas de la tiranía castrista (también hay cómplices por estos lares, incluso rondando la sala Akuara), El banquete infinito, alcanza un trabajo loable. El conjunto de actores bajo la dirección de Lezcano, halla la fórmula, logrando un programa sostenido y rítmico. Algunos personajes arquetipos destacan, como la ladina, cobarde y sumisa Perogrullo, muy bien llevado por Micheline Calvert, así como Averara, papel donde Yvonne López Arenal se crece, como una mujer arribista, que viene desde el conglomerado (el pueblo) y hace y hará lo que sea para sobrevivir en ese ambiente corrupto.

El trabajo de las tres viriles, que encarnan Leandro Peraza Viso, Tomás Doval, y en particular Alain Casalla, como Virilprimera, que viste como geisha, manejando un abanico, a través del cual se expresa, es uno de los grandes aciertos de la puesta, que se consolida con una excelente escenografía de Alba Borrego, en el que cada elemento, desde una escalera, hasta los panes y jamones, crean un efectista conjunto surrealista; todo ello coronado por un ingenioso vestuario, también a cargo de Borrego.

Con El banquete infinito, Akuara Teatro entra en su tercera producción, lo cual va consolidando la sala, donde todavía arrastran deficiencias iniciales, en cuanto al manejo de las luces y el sonido. En esta puesta durante el importante discurso inicial del derrocado Jerarca, la algarabía del pueblo enardecido que se escucha, opaca por completo la interpretación de Carlos Alberto Pérez, que por mucho que se esfuerza, no logra hacerse oír. Sin embargo, en conjunto, la puesta es una acertada propuesta.

El banquete infinito, se presenta los viernes y sábados, a las 8:30 de la noche, en Akuara Teatro, 4599 SW 75 Avenida.
Reservaciones y detalles, en el (786) 853 1283