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Thursday, January 26, 2012

Electra Garrigó: una lectura dramatizada que la prensa pasó por alto

 


 Foto: Miguel Pascual. Carlos Alberto Pérez, Matía  Montes Huidobro, Miriam Lezcano Brito, Lian Cenzano, Belkis Proenza, Yvonne López Arenal y Christian Ocón.

Electra Garrigó: una lectura dramatizada que la prensa pasó por alto
Elvira de las Casas 

En el recién celebrado Congreso de Dramaturgia y Artes Escénicas: Teoría y Práctica del Teatro Cubano del Exilio, que tuvo lugar en Miami, entre los días 12 y 15 de enero de 2012, recordando a Virgilio Piñera en el año de su centenario, uno de los eventos más destacados fue la lectura dramatizada de Electra Garrigó. Dirigida por Miriam Lezcano y representada por los actores de Havanafama y Akuara Teatro, Belkis Proenza, Yvonne López Arenal, Christian Ocón, Carlos Alberto Pérez y Lian Cenzano, esta lectura dio inicio a las actividades del congreso con la presencia de invitados y del público en general.

Me atrevería a decir que gran parte de los que presenciamos la lectura de esta versión de la obra más reconocida de Piñera, escrita por Matías Montes Huidobro, pensábamos encontrar simplemente eso, una lectura más parecida al trabajo de mesa realizado por los actores antes de comenzar los ensayos que a una puesta en escena con todas las de la ley. Por eso fuimos gratamente sorprendidos con una dramatización de altísimo nivel actoral y de dirección, respaldada por una acertada escenografía y un vestuario sumamente arriesgado y original. Al punto que, en lo adelante, cada vez que recordemos a esta Electra, lo primero que nos vendrá a la mente será la imagen de Belkis Proenza con un despampanante sombrero adornado por velos de varios colores, del que pocas veces pudimos apartar la vista durante la primera parte de la pieza.

Realmente el trabajo de Lezcano y de los actores que subieron al escenario de Akuara Teatro en la noche inaugural del Congreso ofrecieron un espectáculo profesional y arriesgado, del tipo que el público de Miami desearía poder ver más a menudo. Por eso es inexplicable que la prensa hispana de esta ciudad ni siquiera haya mencionado el esfuerzo de estos actores que, a pesar de pertenecer a compañías diferentes, se unieron en un mismo proyecto con la única intención de abordar con respeto y agradecimiento esta obra que marcó el comienzo de la modernidad en el teatro cubano, como han reconocido los críticos.

Los amantes del teatro latinoamericano están muy familiarizados con Electra Garrigó. Con esta obra Virgilio Piñera tuvo el “atrevimiento” de transplantar la clásica tragedia griega de Sófocles a La Habana de la segunda parte del siglo 20, y de usar la figura mitológica de Electra para reflejar la relación de pareja y los conflictos entre los hijos y los padres en la época moderna. Por eso resulta difícil imaginar que esta obra pueda ser objeto de actualización, más allá de la que concibió el propio Virgilio Piñera. Pero el talento de un buen director teatral no tiene límites, y si bien Piñera sorprendió al público de su época con un coro que, en lugar de narrar los hechos representados al estilo de los coros griegos de la antigüedad, lo hacía cantando la Guantanamera, a esta versión, repito, escrita por Montes Huidobro y dirigida por Miriam Lezcano, se la han añadido versos cantados a ritmo de rap y hasta pelucas de color neón que semejan el look de los cantantes rockeros de hoy día.

Yvonne López Arenal, en su personaje de Clitemnestra Pla, logró el justo tono dramático que esperaban de ella los asiduos a su sala de teatro en el distrito de arte de Bird Road. Y para los que no habían visto antes la actuación del actor nicaragüense Christian Ocón, fue un verdadero descubrimiento su Agamenón Garrigó, que por momentos se “roba la escena”, y que durante toda la obra estuvo a la altura de su pareja teatral, López Arenal.

La Electra que vimos durante el Congreso de Dramaturgia evidenció no solo que la obra de Virgilio Piñera sigue tan vigente como cuando se estrenó en 1948, sino además que el talento teatral de esta ciudad tiene mucho que brindar. Sólo hay que dejar a un lado los egos equivocados y trabajar con un objetivo común: darle el lugar que merece al teatro hispano en los escenarios de Miami.
Elvira de las Casas